El socio

Julián Pardo, un mediocre corredor de propiedades, se ve obligado a inventar un socio ficticio para rechazar una propuesta que le hiciera un antiguo compañero de escuela. A partir de ese momento, Walter Davis, su socio, acabará tomando un protagonismo insospechado, convirtiéndose en uno de los más audaces especuladores de la Bolsa de Santiago, y desplazando al mismo Julián Pardo, que ve con desesperación cómo su propia creación lo supera. Jenaro Prieto logra con El socio (1928) abordar dos dimensiones centrales de la narrativa del siglo xx: la conjuración de los demonios de su tiempo y la problematización del fenómeno de la creación literaria. Si sumamos a todo ello la capacidad de entretener que tiene el relato, tenemos razones de sobra para considerar que la lectura de esta obra es imprescindible para los jóvenes y adultos de nuestro tiempo.