Alberto Vázquez ?El amo! ?Si es larga la v?a hasta este lago?
Mira en la tarjeta. ?En el m?vil tienes una tarjeta del planeta?
Por el garaje ha asomado y ha ido por ello al encuentro de edad avanzada dyadechka, calvo, como repka.
Me atrever? a decirle algunas palabras, se?ores hermosos. Su compa??a es demasiado visible, y por eso ya muchos naslyshany sobre los sucesos asombrosos en Kortegane. Sab?is, en relaci?n a estos acontecimientos son mencionadas a menudo ciertas personas muy brillantes y desctacadas, como esto la se?ora joven, que lucha por dos aceros, como Traetaona mismo el alfo joven de ilustre cuna y el invitado raro en nuestros lugares alv, tambi?n cierto encantador y un alto soldado con la hacha de combate, que est? a la cabeza de invencible, por los rumores, el grupo. Hablan todav?a sobre los dragones, sobre el ataque al castillo Blanco. Y en todas las esquinas le gritan sobre la derrota vergonzosa del maestro de la orden ungarattov Katarmana Kerseba, tres cucharas del pimiento en la garganta. El bar?n se ha apoyado por las palmas en las rodillas y ha sido expectorado. Aqu?, en realidad, y todo. ?Pero es muy interesante, no es verdad?
Esto te es visible, ha sonre?do Yusta y, habiendo marchado a?n m?s cerca, lo ha abrazado es cari?oso el cuello. ?Ti siempre tal temeroso con la mujer? Ha preguntado silenciosamente, bes?ndolo en el cuello.
?Quien m??
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